Desde el otro lado del charco: la conexión Miami.

Carlos Gámez, desde Florida, hace real lo que Jung llamaba "el patio trasero" de ese subconsciente creativo que da lugar a la magia cotidiana que nos une. Que personas distintas en lejanas partes del mundo compartan pensamientos simultáneos es algo que encaja perfectamente en la realidad de los universos múltiples de mi novela. Miami, y el Caribe, era un marco especial y esencial para el hecho fantástico que engloba Challenger. Lo fantástico no sólo se oculta en las sombras, sino que la luz y el color también son rincones extraños en los que caben muchos mundos.

Gracias a él, por la reseña en la Revista Nagari, y por la conexión Miami:

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