Tetrabrick de reseñas.
Es verano y las reseñas vienen de cuatro en cuatro, cogidas de la mano y con la toalla al hombro.
En primer lugar, una generosa reseña en el blog El Rincón de Koreander, donde La polilla en la casa del humo gustó y se ganó palabras como estas:
"si por algo destaca ‘La polilla en la casa del humo‘ es por su capacidad para tratar grandes temas. Porque aunque esta sea una historia de “los bajos fondos”, “de drogatas y marginados” como dice en sus primeros compases, es también el mito de la caverna de Platón, y es ‘Un mundo feliz‘ de Aldous Huxley, y es ‘El guardián entre el centeno‘. Es un libro que se recrea en la suciedad para extraer belleza. Un libro capaz de transformar un ‘paraguas’ en un tesoro para quienes viven bajo tierra, y de hacer que las polillas parezcan mariposas. Es literatura en bruto. Pura, sin refinar. Como un pedrusco arrancado de las profundidades no con pico y cincel, sino a base de barrena y dinamita."
Podéis leer la reseña completa AQUÍ.
Continuamos con otra entusiasta reseña en Sagacómic, también de La polilla en la casa del humo. Extensa y reposada, muy lírica, hace un excelente análisis del libro y sus dobles lecturas:
"Es esta una historia llena de recovecos y vetas entrecruzadas, de lecturas superpuestas a varios niveles, que se lee de un trago, sin poder soltarlo a pesar de los contradictorias sentimientos que despierta, fascinación y repugnancia, atracción y rechazo, y siendo consciente de que el rumbo de colisión tomado por el narrador hace inevitable un cierre sin final feliz. Veintiuno no se resigna a su suerte y busca romper las invisibles cadenas que atan a todos allá abajo; es de los pocos que osan rebelarse —sin ningún tipo de conciencia social o de una lucha de clases que ya fuera aplastada antaño, en un pasado que se antoja mítico— entre un «proletariado» explotado hasta el punto de la esclavitud bajo una mínima apariencia de libertad vigilada. En un desequilibrado combate entre el hombre que es contra la máquina en que ha de transformarse, el adolescente se resiste a dejarse convertir en uno de sus mayores. Desea ascender dentro de su sociedad, no ser un mendigo en otra, alcanzar cierto estatus para mejorar su vida —y sólo su vida—. Y, habiendo conocido el lugar donde vive, ¿quién podría juzgar el camino de autodestrucción emprendido, las decisiones tomadas, y llegar a condenarlo por ello?"
La reseña completa AQUÍ.
En tercer lugar, una breve aunque ácida reseña a cargo del ínclito Tongoy, que da cera a mi trabajo y, de paso, a mis lectores y reseñadores en general. No es para tanto, dice, mi libro, lo que me coloca entre la élite literaria del género fantástico patrio.
"En mi opinión, hay demasiada tontería. O bien no sabemos leer, o bien leemos lo que no debemos (esto, seguro), o bien lo que se publica es tan rematadamente malo que cualquier insignificancia puede parecer una obra maestra. No soy lector de género y por lo tanto no tengo herramientas para sacar conclusiones válidas pero voy a pensar que, tal como parece, se trata de una cuestión de agravio comparativo, así también evitamos dejar a esos reseñistas como auténticos gilipollas, con perdón."
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Y para cerrar esta recopilación veraniega, otra genial reseña a cargo de Francisco José Arcos Serrano, que me sitúa entre los autores más interesantes del panorama actual. En su blog, La ventana secreta, habla de La polilla en la casa del humo, de Challenger y de su experiencia lectora.
"Guillem López nos vuelve a patear donde más duele con una excelente y potente novela no apta para cualquier lector (estómagos sensibles: absténgase, por favor) la cual atesora momentos realmente alucinógenos gracias a una atípica narración evocadora tan poderosa como el olor a cloaca que sobrevuela por estas páginas."
La reseña completa AQUÍ
Muy agradecido a todos ellos por sus palabras.
Es todo por ahora. Pueden regresar a la piscina. No olviden llevar un libro. Y cerveza.